Flores y las ruinas de Tikal

El primero en la lista de lugares  visitar fue Flores y las ruinas de Tikal, luego de 8 horas de bus llegamos a la pequeña isla de pocas cuadras de extensión que esta destinada prácticamente en su totalidad a la  atención del turismo que visita el sitio arqueológico.
Lamentablemente para nosotros esta muy apuntada al turismo europeo, norteamericano e israelí, con mayor poder adquisitivo.La moneda guatemalteca es el quetzal, y un dólar equivale a 8 quetzales.
Todos los precios en esta región están multiplicados por dos, comparándolos con otros sitios del país. Una habitación no baja de los Q100, un plato de comida ronda los Q35 y con esto solo se ven turistas consumiendo en la isla, y los guatemaltecos solo atienden al turismo y viven en Santa Elena, la ciudad que esta frente a la isla, puente mediante.
La mayor desilusión la encontramos a bordo de una combi que nos llevaría al sitio arquelogico Tikal (transporte Q60 por persona) cuando nos dijeron que la entrada al parque costaba Q25 pero solo para locales y que los tursitas debían pagar Q150 por lo mismo… Decidimos bajarnos y perdernos de las maravillas que esconde Tikal, no queremos ser parte de este juego o abuso al visitante extranjero. Esperaremos unos días hasta llegar a Mexico para ver el legado maya.

Otro sitio recomendado fue la Laguna Lachua y ahí partimos.
Viajar en Guatemala puede ser bastante caótico. La forma mas utilizada (y la mayoría de las veces la única) es a bordo de microbuses, o chicken bus, como les dicen los turistas…
Estos son combis con 12 o 14 asientos con un chofer que piensa que maneja un formula 1, y un ayudante que va parado o colgando de la puerta gritando el destino al que se dirigen.
Lo loco es que llegamos a contar 30 pasajeros en microbuses de 14 asientos…
Al margen de que los mayas tienen un porte pequeño, que en promedio miden 1,60 mts. Los ayudantes hacen sentar a 6 personas en 3 asientos! Al grito de “si caben, si caben”
La gente que para el microbus en cualquier lugar de la banquina de la ruta, al mirar dentro, primero pone cara de ni loco! Y luego de unos segundos de pensar que la próxima pasara en una hora y tal vez mas llena, se sube y se acomoda donde puede…
Ademas de sentarse pegaditos unos de otros, ponen cajones en los pasillos, donde sientan a varias personas, el resto va al lado del chofer, parados, y los menos afortunados, colgando de la puerta cuando esta ya no cierra por la gran cantidad de gente dentro. Esta permitido llevar gallinas, pavos y demás animales. Los bolsos van en el portaequipaje del techo( y son cubiertos con una lona cuando comienza a llover), y varias veces hemos visto que allí va también el ayudante cuando se completa el lugar y ya no puede ni colgarse en la puerta…
Imaginense esto por rutas de montaña, a gran altura y velocidad...

Lamentablemente estos microbuses son los únicos medios de transporte que llegan a los pueblos de montaña donde muchas veces los caminos son estrechos, empinados y de piedra.
Practicamente no se ven automóviles particulares en el interior, solo microbuses, camionetas y camiones; y en el interior de pueblos y ciudades abundan los tuc tuc, motos de tres ruedas de 125 cm3 techadas y con asientos para dos pasajeros (que en ocaciones llegan a ser 4…).

tuc tuc

Un tuc tuc y una camioneta

Otra modalidad de transaporte son los “picop” que viene de “pick up”, camionetas particulares que hacen recorridos que muchas veces no hace ningún otro tipo de transaporte y en donde los pasajeros van amontonados en la caja.

Picop

Una  costumbre es parar cualquier transporte publico en cualquier lugar, solo levantando la mano uno puede detener cualquier medio de transporte al instante y se lo invitara a subir al grito de “ hay lugar, si cabe…”

A dedo en camion

Para llegar a la laguna Lachua, debíamos volver tres horas en dirección a Guate City, pero como a las seis de la tarde dejan de pasar los microbuses y no llegaríamos a hacer todas las combinaciones necesarias nos sugirieron hacer noche en el pueblo mas cercano, Raxchuha, y continuar viaje a la mañana siguiente. Eso hicimos y conseguimos hospedarnos en este pueblito perdido en las montañas.
Como no es turístico las comodidades no existían y podemos decir que eramos los únicos dos turistas del pueblo y muchos nos saludaban…
Lo entretenido llego a la noche, cuando las hormigas se metieron con nosotros en la cama, sin importarles el mosquitero que habíamos dispuesto por las dudas… Y la sorpresa siguió cuando comprobamos que el dueño del hospedaje había salido (seguramente atraído por la música mexicana del boliche de en frente) y había dejado el lugar cerrado con candado… Armado de carpa en la cochera y a pasar la noche… lo curioso fue que a la mañana siguiente el dueño ni se había enterado del campamento que habíamos armado en el lugar…
Partimos, una vez mas, en un microbús, rumbo al cruce de Playa Grande para esperar otro que nos llevaría al acceso a Laguna Lachua y de ahí caminar 4 kms. Hasta llegar al campamento.
Un par de horas bajo el sol en un cruce de rutas, y habiendo pasado varios microsbuses tan llenos que cuando abrían la puerta la gente salía despedida y el ayudante ni atinaba a gruçitar “hay lugar, si caben” colmaron nuestra paciencia y decidimos cambiar el destino a uno mas turístico y poblado: Semuc Champey.
Tomamos un microbús para el otro lado, rumbo a Coban donde hay que cruzar un rio estrecho en lancha y en la otra orilla un nuevo micro rumbo a Lanquin, un pueblito Maya entre montañas hermosas, donde nos hospedaríamos para ir a Semuc.

Tikal, en Petén, Guatemala, es sin duda la ruina más buscada por los fanáticos de la profecía 2012 (ver aparte), el complejo de mayor fama mundial. Es una de las excavaciones de mayor tamaño en Centroamérica, ubicada en el Parque Nacional del Tikal. Fue el escenario elegido por Mel Gibson para rodar su película «Apocalypto». Los tours incluyen extensos recorridos por la selva de Petén. Las pirámides que allí se encuentran son incomparables e incluyen frescos que se han conservado en su interior. En Tikal llegaron a vivir unas 60 mil personas durante unos 800 años.

Muchos la catalogan como el corazón del imperio maya y se trata sin duda de la ciudad más importante dentro de la impactante selva de Petén, en la cual se han descubierto unos 3.000 sitios arqueológicos, pero se cree que sólo es el 20 por ciento de los vestigios que esconde la zona.