Pensión Rossa fue nuestra elección, aunque de noche se
pone más movidito la habitación doble con baño privado y tv cuesta u$s18.
El barrio chino es un lío de gente y puestos callejeros,
pero también uno encuentra lo que busca; está frente a la bahía en el extremo
derecho, justo antes que empiecen las cuadras pintorescas del casco antiguo, al
cual se me ocurrio describirlo con una selección de fotos tomadas en sus
callecitas…
El día dedicado a compras fuimos a Colón, distante a 80 km (en la costa del caribe), ahí hay un importante puerto y funciona la zona franca libre de impuestos, la mas grande del continente por la cantidad de mercaderías que transitan por el canal.
Este barrio cerrado de varias cuadras de extensión explota de grandes locales comerciales que venden de todo por mayor y al detal (por menor).
Nos dedicamos a las cámaras fotográficas… Sol se compró un juguete nuevo y yo repuse mi cámara nueva que resistió un mes y medio de viaje antes de ser sumergida sin querer en un río…
Los precios realmente son baratos y se encuentran todas las marcas.
El cuarto día conocimos a Juliana Ibarra, una colombiana que hace cuatro meses trabaja en este país y que amablemente nos hospedó en su departamento en la otra punta de la cinta costera.
Esta fue nuestra segunda experiencia en couchsurfing, la página con la que estamos conociendo gente de diferentes lugares.
Pegamos muy buena onda y esa misma noche de viernes nos fuimos con sus amigas a una fiesta en el casco antiguo, y al dia siguiente salimos los cinco en su auto a Portobelo, un pueblo cruzando el país, del lado Caribe…es muy loco cruzar el país en menos de una hora, pero eso es posible en su parte mas estrecha, cerca del canal.
Al llegar nos esperaban mas amigos de muchos lugares del mundo para cruzar juntos en lancha a unas playas cercanas.
Así conocimos otra “playa blanca”, pero esta en Panamá, ahí buceamos en un arrecife de coral y salimos en el kayak plástico que llevaron los chicos.
El color del agua es turquesa y la playa es angosta por la tupida vegetación que tiene a sus espaldas.
Este hecho ha bendecido el área con aguas termales y tierras fértiles. Ideales para flores y vegetales.
El valle esta a 120 km de la ciudad de Panama y el viaje dura cerca de dos horas por la carretera Panamericana. Aun existen muchos legados de los indígenas que habitaron la zona, se puede ir a unas piedras que ellos pintaron, y a dos cascadas, “chorro el macho” y “chorro las mozas”, también hay un bosque de arboles cuadrados y muchos cerros para ascender y ver el valle desde arriba.
Nosotros pusimos nuestra carpa en “La Casa de Juan”,una finca para turistas en el acceso al pueblo, donde uno puede ver y sentir como la humedad hace crecer todo en el lugar…
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